Las personas siempre le temen al cambio. Le temían a la electricidad cuando fue inventada, ¿no es así
-Bill Gates
Es lógico que al escuchar el título se nos vengan a la mente la trama de mil películas de ciencia ficción. Y es que la automatización del trabajo manual ha sido la causa de la desaparición de muchos trabajos que antes realizaban seres humanos. Y aunque a muchos esta idea les suena futurista, la realidad es que ha sido una constante en la presencia humana. La creación de herramientas y la mecanización de estas es una práctica tan vieja como el tiempo mismo.
Claro, la electricidad es una invención reciente si la colocamos en una línea del tiempo, sin embargo, se han aprovechado diferentes tipos de combustibles para dar energía a máquinas. Hablando propiamente de “robots” el antecedente más antiguo y que más fácilmente viene a la mente, son las cajas musicales.
Comenzaron a entender frases simples en inglés en los años sesenta. Más tarde aprendieron a traducir textos más complejos a cientos de lenguajes, filtrar nuestros correos electrónicos y reconocer texto escrito a mano. Hoy ya son capaces de ganar en juegos de estrategia y lógica, recordando el caso de Deep Blue venciendo en partidas de ajedrez a Gary Kásparov.
También han logrado entender lo que decimos y actuar en consecuencia, reconocer CAPTCHA diseñados específicamente para que sólo los humanos puedan entenderlos, asistir a los médicos y vencer a los mejores jugadores de videojuegos en su terreno. El interés y éxito de estos productos de las grandes compañías tecnológicas ha despertado debate e, incluso, temor en torno a sus capacidades y el impacto que éstas tendrán en nuestra sociedad.
Las máquinas son el futuro de las compañías, y sus avances despiertan sorpresa, temor y, habitualmente, preocupación. ¿QUÉ HAREMOS CUANDO LAS MÁQUINAS SEAN CAPACES DE TODO? De la misma forma por la que los seres humanos no competimos contra grúas o semáforos automáticos, los expertos creen que las máquinas seguirán siendo primordialmente ayudas al ser humano.
La realidad es que cuando los robots llegan a ocupar un puesto que solía tener un ser humano, lo que se busca es aumentar la eficiencia. En la mayoría de los casos, sucede en tareas en los que el error humano es frecuente y el factor máquina permite reducir al mínimo estas fallas. Además, esto permite que el humano pueda ocupar su tiempo y capacidad de pensar en otras áreas. En otras palabras, los robots son herramientas, no competencia.
Pero si los camiones comienzan a conducirse solos y los robots son capaces de tramitar, gestionar y responder a todas las solicitudes que se llevan a cabo por Internet, el ser humano vivirá una profunda transformación, tal vez parecida a la vivida en la revolución industrial.
El futuro es claro, nacerán y prevalecerán una infinidad de trabajos que no serán aptos para las máquinas. Las actividades que involucren comunicación, empatía, creatividad y adaptación seguirán siendo una labor humana. Además, los robots son creados y programados por humanos, esto los condena -inevitablemente- a sufrir algún desperfecto.
Así como para hablar de los peligros de los robots, muchos recurren al mundo del cine, podemos ocupar otro ejemplo: “Charlie y la Fábrica de Chocolate” (2005). El papá del protagonista es reemplazado por una máquina, al final de la película, este personaje obtiene un empleo reparando la máquina que lo reemplazó.
Otro ejemplo que hoy suena muy lejano: los cajeros automáticos. Hace 50 años se instalaron los primeros modelos. Al principio muchos pensaron que esto significaría la desaparición de este empleo en los bancos, incluso los sindicatos se manifestaron contra la instalación de estos. Sin embargo, estas máquinas redujeron la carga y las filas en las sucursales, permitiendo a los cajeros humanos atender más rápido las operaciones que requieren habilidades humanas.
En conclusión, el peor error que podemos cometer es pensar que robots y humanos están destinados a competir. Como todo en esta vida se trata de una evolución constante y los robots no son otra cosa sino herramientas creadas por humanos para el desarrollo de estos mismos.
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